martes, 1 de febrero de 2011

cosas de esas reales

Sí, hay cosas que puedes tener muy claras. Es muy fácil saber que adoras el helado de fresa, el frío que hace por las mañanas de invierno, o quedarte en casa los dómingos. Es muy fácil saber lo que a ti te gusta, es muy fácil saber que le quieres. Saber que pasarías tu vida con él, con sus defectos y manías, con sus tonterías y costumbres. Sí, tu puedes estar segura de que él es esa persona, de que nunca te cansarás de quererlo, pero, dentro de ti te atormenta no ser tú quien controle sus sentimientos. Te horroriza no saber si él siente con la misma fuerza que tú, no saber si él no es sin ti.
Sientes rabia cuando ves que eso no puedes manejarlo, manipularlo a tu gusto, no puedes decir: -Vamos a ver ésta película, luego pasearemos por la playa,  y por último me querrás para siempre como lo hago yo.
No, éste tipo de cosas llevan otras reglas. El amor está lleno de excepciones, y una de ellas es que no te pertenece nada más que el tuyo. Así, te toca dar y no esperar a recibir, simplemente creer que ocurrirá. Te toca querer sin esperar ser querido, te toca ver en él al único, sin saber si tu serás la única para él..
Es difícil, es duro, sí, ya lo sé, no lo he inventado yo. Pero, no te queda otra, ésto no es como ir al puente Milvio y cerrar un candado prometiendo amor eterno, no. Ésto es la vida real, y me temo que nunca vas a estar segura de nada que no sea de lo que tu sientes.

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