-¡¿Qué dices?! ¡A mi me encantan!
-¿Cómo te van a encantar? Son tristes.
- Para nada, son alegres. Además no hay nada que hacer.
-Yo sí, los domingos suelo pensar.
-¿Y en qué piensas?
-En todo, no se, el pasado, lo que pasará, ese tipo de cosas...
-¿Y ves las cosas claras?
-Sí.
-Pues que envidia.
yo tambien odio los domingos
ResponderEliminarAmi también me da envidia.
ResponderEliminarGracias por el comentario, yo también te sigo.
Me ha gustado mucho tu blog:)