sábado, 17 de septiembre de 2011

Procura ver la vida de color de rosa, que negra, ya se vuelve sola

Un gran año conlleva a un gran verano. Completo, exhausto, doloroso, feliz, difícil, diferente, complicado. Podrían utilizarse millones de adjetivos y sus consecutivos sinónimos para describirlo.
Podría haberme pasado horas lamentando miles de sucesos. Pero decidí saltar y bailar por el simple hecho de vivir, de tener la capacidad de sonreír. Gracias a Dios, al destino, al cosmos, o lo que haya que darle las gracias, encontré a grandes personas en mi camino, y logré dejar a otras en él. Pude quitarme una venda, hacerle un nudo, y lanzarla al cielo. Logré salir y divertirme. Cuando todo parecía tener un rumbo, cuando parecía que había demostrado a todos que era una chica nueva, que mi vida se tiñó de color de rosa por fin, todo volvió a derrumbarse.

Supongo que había algo o alguien, quién sabe, que quería ponerme a prueba. No importa, a mi me gusta pensar que son sólo retos, que después de la tormenta siempre viene la calma, ya sabéis. Que aunque la vida no fuese de color de rosa, intenté verla verde, azul, o quizá naranja chillón.

Ojalá pudiese decir que lo que ocurre a mi al rededor es por ti, quizá aumentaría tu estúpido ego, pero no, no todo se remonta a asuntos del corazón. Hay más cosas, por desgracia.
Pero todo se supera, todo llega, todo pasa y todo cambia.
Y mientras, yo, intentaré mantenerme en pie y sonreirle a estas dificultades, que el verbo "rendir" suena fatal.

C. -im back.

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