lunes, 24 de enero de 2011

Pequeña sonrisa de Amélie.

Era joven, guapa, con una vida por delante. Lo sabía, sabía que le quedaban tantas cosas por hacer, por experimentar, por saborear. Pero aún así, se encontraba bien. Estaba agusto con lo que tenía.
Recordaba momentos vividos y le provocaban un suave cosquilleo a lo largo de su bronceada piel. Sabía que miles de cosas podrían superar aquellos momentos, pero al fin y al cabo, éstos, eran suyos.
Era consciente de que rechazando algunas cosas todo podría ser más divertido, que diciendo "no" a ciertos asuntos, la vida quizá tendría más emoción, pero aún así, estaba tan cómoda con lo que tenía.
Tenía un amor siemple, sin complicaciones. Tenía besos a todas horas de esos que te quitan la respiración. Tenía a alguien a quien coger de la mano para pasear, tenía con quien prometer miles de cosas impensables. Tenía muchas cosas tan sencillas, que decidía rechazar todo lo complicado. Y eso, le provocaba una pequeña sonrisa de Amélie.

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